La literatura en Chile se llevó a cabo inicialmente a través de la conquista y colonización que llevó a cabo el imperio español durante el siglo XVI en nuestro país. Los conquistadores trajeron consigo cronistas europeos encargados de describir los acontecimientos importantes ocurridos durante el proceso, para posteriormente poder informar a la corona española. Más tarde, durante el período colonial y hasta el siglo XIX; destacó la labor literaria llevada a cabo por las monjas de los conventos chilenos, quienes se caracterizaron por escribir cartas espirituales, diarios, autobiografías y epistolarios. Sin embargo, la lectura era practicada por una minoría de la sociedad chilena a pesar de las tempranas manifestaciones literarias en nuestro país; situación que declinaría con la creación de la sociedad literaria de 1842.
A partir de que nuestra nación había consolidado recientemente su independencia, se considera al Romanticismo como el primer movimiento literario, al igual que en otros países hispanoamericanos durante el siglo XIX. De acuerdo con Cedomil Goic y su criterio histórico puede clasificarse en tres generaciones literarias: la de 1837 denominada generación costumbrista; 1852 generación romántico-social , y 1867 como generación realista. Quisiera detenerme en esta generación, ya que destacó en ella el autor al cual dedico este espacio, Alberto Blest Gana con su obra Martín Rivas. Con la publicación de esta novela, en 1862 se dio inicio a un nuevo movimiento literario, el Realismo. A diferencia del romanticismo que estaba interesado en la interioridad, los escritores realistas estaban comprometidos con la observación y el análisis de la realidad, a causa de esto privilegian las descripciones, expresándose de manera mas sencilla que busca mayor fidelidad a la realidad que el movimiento literario anterior.
El desarrollo del realismo en Chile, estuvo caracterizado como un período de transición entre el inicio de la emancipación de la herencia colonial y el fin de este proceso con el inicio de la sociedad capitalista, lo que se manifestó en las obras de los máximos exponentes de este movimiento de maneras opuestas. Blest Gana acogió estas transformaciones de manera positiva, mientras que Luis Orrego Luco consideró estas consecuencias mayoritariamente de forma negativa.
También destacó dentro de este movimiento, el cual se extendió hasta el año 1947 Baldomero Lillo.
Cabe destacar nuevamente, que con la publicación de su obra literaria mas reconocida Martín Rivas, Alberto Blest Gana inició un nuevo movimiento literario, por esta razón se le conoce como el padre de la literatura chilena.
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